En una madrugada de intensos debates, la Cámara de Diputados aprobó, en lo general, reformas al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que implican aumentos para refrescos, sueros, bebidas con edulcorantes y videojuegos con contenido violento.
Con 351 votos a favor, 129 en contra y una abstención, los congresistas aprobaron el dictamen modificado por la Comisión de Hacienda. Ahora el texto pasará al Senado para su análisis en lo particular.
Lo que cambia y cómo impactará:
- El IEPS para bebidas saborizadas con azúcar pasará de 1.65 pesos por litro a 3.08 pesos.
- Para bebidas “light” o “cero” con edulcorantes, se acordó una cuota de 1.50 pesos por litro, menos del incremento planteado originalmente para todas.
- Se gravarán con 8 % de IEPS los videojuegos físicos y digitales con contenido violento, extremo o para adultos, aptos para mayores de 18 años.
- El impuesto a los cigarros pasará de 160 % a 200 %, incluyendo productos artesanales y hechos a mano.
Adicionalmente, se elevó el gravamen de juegos con apuestas, sorteos y otros productos adicionales que antes no estaban contemplados.
En el paquete también se incluyó a los suplementos electrolíticos (suero oral), que pasarán a gravarse como bebidas saborizadas si no cumplen los requisitos específicos aprobados.
El dictamen prevé que estas cuotas entren en vigor a partir del 1 de enero de 2026.
Los legisladores del bloque oficialista (Morena, PVEM, PT) defendieron la reforma como parte de una estrategia para reducir enfermedades crónicas al desincentivar el consumo de productos nocivos. Se sostuvo que las empresas refresqueras se comprometieron a reducir 30 % el contenido calórico de sus productos y ampliar su oferta de versiones más saludables.
Sin embargo, la oposición denunció que los nuevos impuestos representan una medida recaudatoria más que sanitaria, y que afectan desproporcionadamente a las familias de menores ingresos. El PAN calificó la medida de “hipócrita”, acusando que el gobierno no destinará esos recursos específicamente para salud pública.
Otras críticas apuntaron al proceso mismo, señalando que varios acuerdos con la industria refresquera se hicieron a puerta cerrada, y que muchas reservas presentadas por la oposición fueron rechazadas.
Esta reforma es parte de una estrategia más amplia del gobierno federal para incorporar impuestos “saludables” (refrescos, tabaco, videojuegos violentos) con el fin de aportar recursos al presupuesto y enfrentar desequilibrios fiscales. Se espera que estas medidas entren al debate del Paquete Económico 2026, donde también se discutirán aranceles, fiscalidad aduanera y reformas al gasto público.
Según estimaciones periodísticas, los recursos generados por los impuestos podrían alcanzar decenas de miles de millones de pesos en 2026, aunque aún no hay claridad sobre la asignación específica.





