Desde el 15 de marzo de 2025, Estados Unidos ha impuesto aranceles que afectan a múltiples socios comerciales en el continente americano y otras regiones, con tarifas que llegan hasta el 50% en productos importados. Estas medidas buscan proteger la industria nacional, pero han generado tensiones comerciales y afectaciones en las cadenas de suministro globales.
Para aliviar estas presiones, el presidente Donald Trump anunció una pausa en la aplicación de estos aranceles a partir del 2 de abril, conocida como el “Día de la Liberación”, suspendiendo temporalmente las tarifas recíprocas durante 90 días, una interrupción que está programada para expirar el próximo 9 de julio. Esta medida suspendió temporalmente los aranceles recíprocos que alcanzaban hasta el 50% en productos importados de países como China, Japón, México, Canadá y la Unión Europea.
El secretario de tesorería de EE.UU., Scott Bessent, ha señalado que, si no se logran acuerdos comerciales antes del 1 de agosto, se restaurarán los aranceles a los niveles previos a la pausa. Bessent indicó que las próximas 72 horas serán decisivas para determinar el rumbo de las negociaciones.
Hasta la fecha, solo se han alcanzado acuerdos con Reino Unido y Vietnam, con aranceles reducidos al 10% y 20%, respectivamente. Sin embargo, países como Japón podrían enfrentar aranceles de hasta el 35%, y la Unión Europea se vería afectada por un arancel general del 50%.
Esta situación genera incertidumbre en el comercio internacional y podría tener repercusiones económicas significativas, incluyendo la posibilidad de una recesión global. Los próximos días serán cruciales para determinar si se logra una solución negociada o si se reanudan las tensiones comerciales.





