El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que impondrá un nuevo arancel del 50 % a las importaciones de cobre, una medida que busca proteger la industria nacional y reducir la dependencia de otros países para obtener este metal.
Según explicó el propio Trump durante una reunión en la Casa Blanca, esta decisión forma parte de un esfuerzo para garantizar que su país tenga el control sobre materiales esenciales como el cobre, utilizado en la construcción, energía, tecnología y defensa. El gobierno asegura que este tipo de medidas son necesarias para fortalecer la seguridad del país y asegurar empleos dentro del territorio estadounidense.
Tras el anuncio, el precio del cobre subió de manera inmediata y marcó un récord histórico en los mercados internacionales. Esta alza se debe a que se espera que haya menos cobre disponible, lo que genera preocupación entre empresas y gobiernos que dependen de este recurso.
Uno de los países más afectados por esta decisión podría ser Chile, principal exportador de cobre en el mundo. Autoridades chilenas han dicho que analizarán los detalles de la medida antes de emitir una postura oficial, ya que podría afectar sus ventas al extranjero.
El secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, indicó que este arancel entrará en vigor a finales de julio o el 1 de agosto, y que se enmarca en una política más amplia que busca reforzar la producción local de materiales estratégicos.





